El Departamento de Labor e Industrias de Washington ha cambiado la cantidad de tiempo que los médicos pueden recetar narcóticos (opiáceos) a trabajadores lesionados sin autorización de la agencia, de doce a seis semanas. La cobertura del seguro de L&I para los opiáceos después de seis semanas dependerá del uso de las mejores prácticas por parte de los médicos. Las mejores prácticas requeridas incluyen la evaluación de los pacientes para detectar riesgos de efectos secundarios o adicción y el monitoreo de si los trabajadores están recuperando su capacidad para realizar actividades normales. Los médicos deben realizar un seguimiento de la función y el dolor de manera regular para determinar el efecto de la terapia con opioides. L&I dijo que el cambio tiene como objetivo mejorar la seguridad y la efectividad del tratamiento del dolor entre los trabajadores lesionados en el estado, pero también señaló que las muertes relacionadas con los opioides han superado las muertes accidentales debido a vehículos de motor y armas de fuego todos los años desde 2007. Washington ha tenido una de las tasas más altas de muertes relacionadas con opioides recetados entre los estados. “Estos cambios mejorarán el tratamiento del dolor para los trabajadores lesionados, así como su seguridad durante la recuperación”, comentó Jaymie Mai, Directora de Farmacia de L&I, “para algunos médicos, medir la función física y evaluar el riesgo puede ser una práctica nueva”. Los médicos pueden encontrar todo lo que necesitan para implementar la nueva guía de tratamiento en www.opioids.lni.wa.gov. Aunque se espera que los médicos estén familiarizados con las pautas y sigan las recomendaciones, L&I también entiende que las pautas no son reglas estrictas. El buen juicio médico es importante para decidir cómo utilizar e interpretar esta información. Para desarrollar la nueva guía de tratamiento con opioides de L&I, médicos en ejercicio que se especializan en el manejo del dolor y en el tratamiento de trabajadores lesionados trabajaron con L&I. Las pautas de tratamiento médico están escritas desde una perspectiva clínica, para guiar la atención clínica y los cambios son consistentes con las normas de manejo del dolor del Departamento de Salud y son parte de los esfuerzos continuos de L&I para mejorar el tratamiento del dolor para los trabajadores lesionados. Según Mai, “Nos complace que los niveles de dosis altas hayan disminuido y estamos viendo menos muertes entre los trabajadores debido a medicamentos para el dolor”.
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