La privación del sueño es un factor de riesgo conocido para los accidentes automovilísticos. De hecho, los investigadores estiman que la conducción somnolienta es responsable del 20 por ciento de todos los accidentes automovilísticos en los Estados Unidos. Pero, hasta ahora, los estudios no se han centrado en los conductores jóvenes. Los investigadores señalan que los jóvenes deben ser un objetivo de los esfuerzos educativos para eliminar la conducción somnolienta porque su estado de alerta, estado de ánimo y rendimiento físico se ven más afectados por la privación del sueño que los conductores mayores y más experimentados con una privación del sueño similar.
La privación del sueño contribuye a los accidentes automovilísticos porque afecta elementos del rendimiento humano que son críticos para una conducción segura. La somnolencia reduce los tiempos de reacción óptimos, causa una respuesta retrasada en tareas basadas en la atención y aumenta el tiempo necesario para procesar e integrar información. Incluso los conductores moderadamente somnolientos pueden tener un aumento en el tiempo de reacción que afecta su rendimiento y les impide detenerse a tiempo para evitar una colisión.
El nuevo estudio involucró a más de 19,000 conductores jóvenes recién licenciados que viven en Nueva Gales del Sur, Australia, a quienes se les hicieron preguntas sobre sus hábitos de sueño, incluyendo las noches de semana y los fines de semana. Luego, los investigadores siguieron a los participantes, de entre 17 y 24 años, durante dos años y obtuvieron informes policiales para documentar los accidentes automovilísticos.
Los conductores que informaron dormir seis o menos horas por noche tenían aproximadamente un 20 por ciento más de probabilidades de estar involucrados en un accidente automovilístico, en comparación con aquellos que dormían más de seis horas por noche. Entre los privados de sueño, los accidentes automovilísticos eran más propensos a ocurrir entre las 8 p.m. y las 6 a.m.
Incluso después de que los investigadores consideraron otros factores que afectan el riesgo de un accidente, como la edad, el número de horas de conducción por semana, el comportamiento de conducción arriesgado como la velocidad y un historial de accidentes automovilísticos, los mismos hallazgos se mantuvieron.
Los investigadores señalaron, sin embargo, que a los participantes solo se les preguntó sobre sus hábitos de sueño una vez durante el curso del estudio, por lo que se desconoce el número exacto de horas que durmieron el día antes de estar involucrados en un accidente.
Aún así, los investigadores esperan que los nuevos hallazgos aumenten la comprensión del impacto de las horas reducidas de sueño en el riesgo de accidentes y señalen subgrupos de conductores jóvenes para facilitar la educación.