Aunque la relación no se comprende completamente, se ha determinado que la lesión cerebral traumática (TBI) es un factor de riesgo para la epilepsia. Un nuevo estudio que involucra a ratones, publicado en Cerebral Cortex, identificó niveles elevados de un neurotransmisor específico como un factor contribuyente que vincula la TBI con la epilepsia postraumática.
El equipo de investigación, dirigido por David Cantu y Chris Dulla, examinó el efecto de la TBI en los niveles del neurotransmisor, ácido gamma-aminobutírico (GABA), en la corteza cerebral, esa parte del cerebro asociada con funciones de nivel superior, incluido el procesamiento de información.
Bajo funciones normales, el GABA inhibe la neurotransmisión en el cerebro, mientras que el glutamato estimula la neurotransmisión. Después de que una lesión cerebral daña la corteza, las células que crean GABA, llamadas interneuronas, mueren. Esto causa una acumulación tóxica de glutamato, que sobreestimula la actividad cerebral. Este desequilibrio interrumpido de GABA y glutamato se ha identificado como un factor en el aumento de la actividad epiléptica cerebral.
Las interneuronas juegan un papel integral en la prevención del inicio de convulsiones epilépticas, y los investigadores creen que si estas células pudieran ser preservadas, se podrían disminuir las consecuencias negativas de las TBI. Esta investigación proporciona una gran comprensión de los efectos de las lesiones cerebrales graves que a menudo ocurren en deportes de contacto y servicio militar.
Efectos de la epilepsia
Según estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de 2.3 millones de estadounidenses se ven afectados por la epilepsia. Según lo estimado por la Fundación de Epilepsia, del 15 al 34 por ciento de los pacientes con TBI sufren de epilepsia postraumática, y esa tasa aumenta a hasta el 52 por ciento entre los pacientes con TBI con roles militares en servicio activo.
Millones de estadounidenses sufren TBI cada año, con demasiada frecuencia, con consecuencias graves. Problemas con habilidades básicas como hablar, caminar y vivir de forma independiente son todos posibles resultados de las TBI. Además de estar relacionado con el servicio militar y los deportes de contacto, las TBI pueden ser causadas por caídas que interfieren con el desarrollo cerebral de los niños y perturban los delicados sistemas cerebrales de las personas mayores.
Este estudio es un paso significativo hacia la identificación de la relación entre la TBI y la epilepsia postraumática, y aunque las causas neurológicas específicas de cómo la TBI mata a las interneuronas aún se desconocen, el estudio potencialmente describe lo que sucede después de una lesión cerebral para desencadenar la epilepsia. Comprender cómo la TBI perturba la función cerebral normal permitirá a los investigadores desarrollar nuevas terapias para ayudar a las víctimas de epilepsia postraumática a recuperarse.