Imagina que estás montando en bicicleta en el área de Seattle. Es tarde. Está oscuro. De repente, eres golpeado por un coche. Eres catapultado de tu bicicleta y lanzado contra el parabrisas del vehículo que te golpeó. Ruedas del coche y yaces indefenso en medio de la calle. El conductor que te golpeó se va como un cobarde. Yaces inconsciente, cubierto de sangre, con múltiples cortes y lesiones en todo tu cuerpo. ¿Qué haces?
Esperanza para un héroe
El escenario anterior no es solo para provocar pensamientos. Los hechos contenidos en él son muy reales. Se trata de un accidente reciente que tuvo lugar cerca de West Seattle. Los hechos se unen para formar un relato de cobardía y valentía.
La noche del 22 de mayo, John Macy, de 30 años, estaba montando en bicicleta por Southwest Spokane Street cerca de West Seattle. Estaba cumpliendo con la ley y aparentemente estaba a salvo de daños. O eso pensaba.
Un conductor pronto chocó con la bicicleta de Macy. La colisión fue tan poderosa que Macy fue lanzado a través del parabrisas del vehículo. Macy finalmente rodó fuera del coche y terminó inconsciente en medio de la calle. El impacto físico de la colisión dejó a Macy con un cráneo, pelvis y cortes destrozados en todo su cuerpo.
El conductor del vehículo se dio a la fuga. Nunca se detuvo. Afortunadamente, un acto de heroísmo estaba a punto de tener lugar.
Poco después de la colisión, David Peterson conducía por Southwest Spokane Street. Notó algo en la carretera que parecía ser escombros de ropa de cama desechada. Después de una observación más detallada, se dio cuenta de que este “escombro” en particular tenía pies.
Peterson se detuvo y salió de su vehículo. Pronto se dio cuenta de que los pies pertenecían al inconsciente John Macy. Peterson llamó al 911 y luego se quedó al lado de Macy. Le tocó el hombro y habló con Macy hasta que llegó la ayuda.
Como resultado de la colisión, Macy fue sometido a una extensa cirugía reconstructiva. Actualmente está bien. ¿Y Peterson? Debería ser levantado en el aire sobre los hombros, elogiado y recibir honor por su heroísmo.
Un cuento con dos significados
La historia de Macy-Peterson es importante para todos nosotros porque nos ayuda a transmitir dos mensajes muy poderosos. El primero se relaciona con el hecho de que cuando conducimos nuestros vehículos en el condado de King, estamos rodeados de todo tipo de conductores. Hay los agresores. Hay los conductores cautelosos y seguros. Hay jóvenes y nuevos conductores; y sí, hay cobardes egoístas que causan un accidente de tráfico y eligen huir de la escena.
Nuestra firma ha manejado innumerables casos que involucran a conductores que se dan a la fuga. Son desafortunados. Muchos involucran daños extensos a personas y propiedades. Muchos son complejos y difíciles porque la verdadera identidad de la persona que causa lesiones no se puede descubrir fácilmente.
No obstante, estos casos no están sin resolver. Como dice el refrán, “donde hay voluntad, hay un camino”. Nuestro talentoso equipo de abogados se adhiere firmemente a estas palabras. Incluso frente a la cobardía, pueden encontrar una manera de llevar paz y justicia a su reclamo. Ya sea a través de una extensa investigación, comunicaciones incansables con compañías de seguros o incontables horas consultando con expertos, nuestro equipo puede enfrentarse a los cobardes y ganar.
La historia de Macy-Peterson también es importante porque nos recuerda ser buenos samaritanos. La sociedad moderna ha tratado de inculcarnos varios mensajes importantes. Algunos de estos incluyen: “si ves algo, di algo”, “sé una mejor persona”, “camina con la cabeza en alto” y “haz lo correcto”. En resumen, conviértete en un David Peterson.
Todos sabemos que la vida es difícil a veces. Cuanto más avanzamos, más entendemos que la ayuda no siempre está ahí. Asegurémonos todos de que esté ahí. Hagamos un compromiso para ayudar a aquellos que realmente necesitan ayuda.
Buscamos formas todos los días de honrar este compromiso. Simplemente pedimos lo mismo de ti.
Crédito de la imagen: dopamineharper a través de Flickr