La manera en que un reclamante maneja una condición preexistente puede afectar en gran medida el resultado de una reclamación por lesiones. Es imperativo que los clientes divulguen todas las lesiones anteriores a su abogado al comienzo de cualquier trabajo legal. La falta de divulgación de esta información puede desacreditar la palabra del demandante y reducir drásticamente el valor de la reclamación en general.
Casi todos tienen alguna condición preexistente en su historial médico, ya sea por un accidente automovilístico anterior o una lesión deportiva universitaria antigua. Sin embargo, es importante recordar que si la condición preexistente no le causaba molestias antes del accidente automovilístico, la persona responsable del accidente sigue siendo completamente responsable de las lesiones que sufrió en el accidente, o en cualquier grado en que el accidente haya empeorado su condición preexistente.
Si su condición preexistente le causaba molestias en el momento del accidente, la compañía de seguros tiene derecho a reducir el valor de su acuerdo. Sin embargo, todavía tiene derecho a una compensación equivalente a la diferencia en el nivel de dolor antes y después del accidente.
Ventajas de las lesiones preexistentes
Aunque una condición preexistente tiene el potencial de complicar una reclamación por lesiones personales, también hay ventajas distintas. Si el reclamante ha sufrido una lesión preexistente, es posible que esté en un estado debilitado, lo que lo hace más propenso a lesiones y empeoramiento de la condición preexistente. Este argumento de “demandante de cáscara blanda”, por así decirlo, es especialmente efectivo en un accidente automovilístico de bajo impacto donde un jurado puede cuestionar cómo el accidente pudo haber causado la lesión reclamada.
La oportunidad para que un abogado de accidentes automovilísticos compare los registros médicos anteriores con los actuales para corroborar objetivamente cómo el accidente agravó la condición preexistente del demandante es otra ventaja. Según las pruebas de diagnóstico tomadas años después, un experto médico puede testificar cómo el accidente afectó negativamente la condición preexistente. Los registros clínicos también se pueden utilizar para comparar el nivel de dolor, la extensión de la atención necesaria o la discapacidad antes y después del accidente. Si un demandante se ha vuelto permanentemente discapacitado, y al menos un grado de eso se debe a la lesión preexistente, un experto médico puede determinar en qué medida el accidente empeoró la discapacidad.
Al utilizar los registros médicos, un abogado puede utilizar su lesión preexistente a su favor. Al mostrar que su condición debilitada lo hizo más susceptible a lesiones nuevas o empeoradas, pueden ayudarlo a recuperar la cantidad apropiada de compensación a la que tiene derecho.