- Diagnóstico erróneo – Decirle a un paciente que tiene cáncer prematuramente puede ser muy perjudicial para su estado mental y emocional y su toma de decisiones.
- Pruebas inadecuadas – Ordenar pruebas costosas e invasivas.
- Tratamientos innecesarios – Exponer al paciente a medicamentos peligrosos y tratamientos de quimioterapia innecesarios.
- Ansiedad y estrés – Un diagnóstico erróneo puede llevar a angustia emocional y depresión.
- Daños – Un diagnóstico erróneo puede llevar a acciones drásticas como regalar objetos o compras irracionales.
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