- Monitoreo negligente – El paciente muere debido a que el anestesiólogo no presta atención.
- Medicamento incorrecto – El paciente no es correctamente evaluado o monitoreado por error de medicación.
- Sobredosis – El anestesiólogo calcula mal la dosis y la administración causando la muerte.
- Despertar durante la cirugía – El anestesiólogo calcula mal la dosis y la administración causando que el paciente despierte durante el procedimiento.
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